El bipartito PSOE-UNIDAS PODEMOS tiene razón.
No sé en qué momento alguien empezó a decir que la libre competencia es uno de los pilares del capitalismo. Porque no es cierto.
El capitalismo, tal y como explico en mi libro, «NO PAGAR IMPUESTOS PARA AYUDAR A LOS DEMÁS», “es un sistema basado en sistemas —empresas— que colaboran entre sí y se complementan”, el capitalismo es gregario, no individualista.
La competencia lleva al enfrentamiento y el enfrentamiento al caos. No hay mayor caos que la guerra, y las guerras no son buenas para nadie, especialmente para sus víctimas.
La economía no es un Mundial de Fútbol, ni unas Olimpiadas. Lo que hace prosperar a la economía es la capacidad humana de lograr que cooperen, colaboren y se entiendan millones de individuos.
Una empresa funciona bien si las personas que la forman trabajan en equipo y en armonía.
Quien es libre de elegir es el cliente. El cliente debe poder elegir a quien compra, si hay diferencias entre los vendedores.
Y en ese sentido las empresas pueden competir si entre ellas existe discrepancia de criterio sobre cómo trabajar en equipo. Si no existen discrepancias relevantes en cómo prestar el servicio o fabricar el producto, las empresas tienden a fusionarse y no competir, porque es la opción más eficiente, ahorra costes.
La no competencia “potencialmente” deriva en un precio más barato para los consumidores si no se crean barreras legales para que entren nuevos operadores para competir contra el oligopolio, si el oligopolio se desmanda.
Bien, pues hay quien justifica analógicamente que si la competencia es buena para la economía también lo es para los impuestos.
Y, yo que soy Abogado Fiscal experto en impuestos no estoy de acuerdo.
🚩La competencia fiscal es pésima para la economía, ya que genera distorsiones artificiales en la competencia de las empresas además de desigualdades manifiestas.
Las empresas no se están yendo a Estonia, las holdings no se van a Holanda y los fondos de inversión no se van Luxemburgo, porque Estonia, Holanda y Luxemburgo funcionen mejor, sino sólo porque cobran menos impuestos a las empresas, las holding y los fondos de inversión respectivamente.
Por el mismo motivo, en España la gente se va a morir a Madrid, y no quiere ir a morir a Asturias o Aragón.
Esto es absurdo.
El Gobierno de España liderado por Pedro Sánchez tiene razón, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentos y Transmisiones Patrimoniales Onerosas y el Impuesto sobre Patrimonio deben ser los mismos en toda España, empezando por el País Vasco y Navarra, si puede ser 😉
Las empresas, estemos donde estemos, deberíamos competir en igualdad de condiciones, y eso implica competir con los mismos impuestos.
La igualdad es el valor que debe destacar.
Además, en competencia fiscal los impuestos tienden a cero, lo que significa cero recaudación y esto es un problema, porque es necesario recaudar impuestos para que la Sociedad funcione.
Desde el momento que una parte de un territorio sin fronteras, sea una Comunidad Autónoma española o un país de la Unión Europea, vive de tener los impuestos más bajos que los demás territorios no va a permitir que otro territorio le gane en rebajas fiscales.
Irlanda tiene el Impuesto sobre Sociedades en el 15%, si España, Alemania y Francia equiparan su Impuesto sobre Sociedades al 15%, mañana Irlanda lo baja al 8%, si España, Alemania y Francia equiparan su Impuesto sobre Sociedades al 8%, mañana Irlanda lo baja al 3%, …
🚩Por tanto, lo que hay que analizar es si un Impuesto es inteligente, recauda y genera riqueza, si lo hace hay que mantenerlo, si es un impuesto tonto hay que eliminarlo, pero el impuesto debe ser el mismo para toda la Unión Europea.
En mi libro, «NO PAGAR IMPUESTOS PARA AYUDAR A LOS DEMÁS» explico que el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentos y Transmisiones Patrimoniales Onerosas y el Impuesto sobre Patrimonio destruyen riqueza y empleo, y, en consecuencia, reducen la recaudación de los impuestos que más recaudan el IVA y el IRPF.
Además, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentos y Transmisiones Patrimoniales Onerosas y el Impuesto sobre Patrimonio sólo los pagan los pobres y esto genera desigualdad lo que, además de injusto, es repugnante.
En consecuencia, estoy de acuerdo en igualar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en toda España y que desaparezca en todo el territorio nacional.
Sería inteligente en este caso seguir la norma europea en la que solo quedan 11 países de 28 que aún conserven este impuesto.
El Impuesto sobre Sociedades es algo sobre lo que es más complejo pronunciarse, dado la libertad de movimiento de mercancías que impera en todo el globo. Habría que plantearse igualarlo en todo el planeta o hacer como Irlanda y empezar a bajarlo para no ser «más papistas que el Papa».
Hay que aceptar que, si Irlanda tiene el Impuesto sobre Sociedades en el 15%, nosotros o hacemos lo mismo o colocamos en gran desventaja a las empresas españolas. Si no nos adaptamos reduciremos el empleo y, en consecuencia, disminuirá la recaudación de impuestos vía IRPF e IVA que es lo que más recauda.
🚩Es decir, competencia fiscal no, impuestos inteligentes sí.
Los impuestos inteligentes son los que recaudan dinero para poder financiar el gasto público y son los que promueven el aumento de los sueldos y salarios de la clase trabajadora.
Estos impuestos inteligentes son fundamentalmente el IVA y el IRPF.
La competencia fiscal sólo es buena para el que cobra cero impuestos, mientras los demás sí cobren impuestos.
La competencia fiscal sólo es buena para los listillos. También sólo es mala para los testarudos dogmáticos que pretender hacer coincidir la realidad con su mapa en vez de reajustar cada día su mapa a la realidad.
La idea de armonizar los impuestos para hacer frente común es la correcta, la que hará que España funcione económicamente mejor.
Como Abogado de Impuestos, como Abogado Fiscalista, sólo tengo acceso a una pequeña parte de la realidad de los impuestos, pero tengo acceso a esta realidad todos los días y mis clientes no son Google, ni el Banco Santander, son PYMES y particulares, personas como tú y como yo que padecen la pésima estrategia fiscal de España, nuestro país, de puertas para dentro y también de puertas para fuera.
Acabemos con la competencia fiscal interna y adaptémonos a la competencia fiscal externa. Siempre con base en la experiencia de quienes trabajan todos los días con los impuestos.
Álvaro Sáez
Abogado de Impuestos