¿Quién hubiese pensado que Hacienda y el dinero en las bodas tuviesen algo que ver?
De blanco va la novia, radiante y feliz, pensando en el futuro y en el amor. Lo que no va pensando desde luego es en una Inspección de Hacienda en su boda. Lo normal, vaya…
Pero resulta que hoy por hoy que Hacienda haga una Inspección en las bodas y por extensión en los restaurantes donde se celebran esas bodas no es nada raro.
Ni ocupa ninguna de esas estadísticas de uno entre un millón.
Hacienda está con el ojo puesto en las bodas y que una Inspección recaiga sobre la tuya no es algo tan lejano. No descartes que pueda sucederte.
Es poco probable que el Inspector de Hacienda se presente propiamente el día de la celebración.
Aunque podría, ya que es una de las facultades de la Inspección de Hacienda la de presentarse en aquellos lugares en los que haya indicios de fraude o economía sumergida
¡Qué se lo digan a una pareja de novios de Badajoz a la que por culpa de la empresa de catering le embargaron hasta el champan y la tarta!.
Pero lo que ya es más viable es que te hagan un requerimiento dentro de un proceso de Inspección.
Un requerimiento en forma de «carta negra» de Hacienda que, como mínimo, si no estás prevenido te dará un buen susto.
🤑 Está controlando la Inspección de Hacienda y el dinero en las bodas es su objetivo.
Las Inspección de Hacienda en las bodas, además de a los propios novios y a los regalos, puede afectar a los salones de boda o restaurantes donde se celebren.
Incluso a sus proveedores/colaboradores —empresas de catering, decoración, orquestas, etc.— Y hasta al DJ, al fotógrafo, al del vídeo, a la wedding planner y el fotomatón, si lo hubiese.
Es habitual que Hacienda requiera información y documentación a los proveedores sobre precios, contrataciones, facturas recibidas, justificantes de pago, correos electrónicos y demás.
Según la propia Agencia Tributaria, este control concreto y específico en el sector nace sobre todo porque el número de clientes es relativamente bajo y los precios a pagar por el cliente/novios altos.
En mayo del año pasado el tema de la Inspección de Hacienda sobre las Bodas llegó a provocar tal revuelo que ocupó noticias de portada en muchos medios de comunicación.
Aunque si soy sincero, había poca verdad en todo aquello, pero el miedo a la Agencia Tributaria a veces es tan grande que la gente casi se cree cualquier cosa. Periodistas incluidos.
La noticia nació en una boda en Asturias y en la interpretación de una noticia de un periódico de la zona.
Se llegó a decir que Hacienda estaba inspeccionando y fiscalizando los regalos que recibían los novios en sus enlaces.
Aquello provocó tal revuelo y tantas primeras páginas en radio y televisión que Hacienda tuvo que salir al paso y hacer un comunicado de prensa en el que negaba todo aquello.
Desde el gabinete de medios de la Agencia Tributaria aseguraban que no estaban «mirando los regalos de los novios».
Y que no estaban realizando inspecciones a los novios por los regalos que recibían «no hay ninguna campaña específica sobre regalos e impuesto de donaciones».
Según este organismo afirmaba, en caso de que se investigasen los regalos de bodas recibidos por los novios, no sería la Agencia Tributaria la encargada de hacerlo.
Ya que les correspondería a las consejerías de las Comunidades Autónomas de Hacienda hacerlo, «al ser el impuesto de donaciones un tributo que está transferido a dichas Comunidades».
Y volvemos a hablar de miedo y su relación directa con los Impuestos y la administración —la Agencia Tributaria— que se encarga de ellos.
Ese miedo del que surgió todo este revuelo y todas estas noticias.
😱 Siempre decimos que es lógico y muy normal tener miedo a una sanción, todos somos humanos y no queremos perder lo que tenemos, ya sea dinero, propiedades o una pareja!
No tener miedo sería de imprudentes y, de hecho, chocaría de base con todos los instintos de supervivencia que poseemos las personas.
El dinero es parte de nuestra supervivencia hoy en día y, sin él, es altamente difícil conseguir sustento o un techo bajo el que refugiarse.
Pero el miedo generalizado y sin base ya es otra cosa.
En el caso de la Agencia Tributaria estoy convencido de que muchos de esos miedos nacen del desconocimiento.
Todo el mundo conoce a alguien al que Hacienda multó, sancionó o le «quitó» lo que era suyo, pero por lo general la gente no va más allá.
Escucha campanas y no sabe en dónde. No profundiza.
No se paran a ver datos ni resultados concretos de las reclamaciones o sanciones que realiza la Inspección de Hacienda.
Pero para eso estoy yo. Soy abogado fiscalista y mi especialidad son los Impuestos. Llevo más de 10 años en esto de pelearme con Hacienda y ganarle la batalla. Así que confía en mí y no te creas todo lo que te dicen.
Hacienda pierde muchas de esas reclamaciones. Y cuando digo muchas no hablo de 10 o 12, hablo de que pierde en ocasiones más de la mitad de las veces.
✅ Lo ideal en estos casos y para evitar abusos e indefensión es recurrir a un experto en la materia.
Por un lado, tendrás a alguien que dé la cara por ti y que te asesore sobre qué debes o no debes hacer ante la Inspección.
Y por otro, un buen abogado fiscal sabrá explicarte por qué no debes tenerle miedo a la Agencia Tributaria y cuál es la mejor forma de salir indemne de todo el procedimiento.
Hay que desterrar esa creencia común de que cuando te llega una notificación con una sanción o una multa de la Agencia Tributaria es porque no has cumplido con las normas o con la ley.
Ya sea por tu boda o por cualquier otra razón.
La Agencia Tributaria está formada por personas como tú y como yo, y como tales también cometen errores. Ellos también se equivocan.
Por defecto, el contribuyente parte de la base de que el fallo es suyo. Que algo habrá hecho para que Hacienda venga a por él o ella.
Y es lógico, es natural esa forma de plantearse la situación si somos conscientes de cómo funciona el sistema de sanciones tributarias en España.
La presunción por parte de la Administración en los casos fiscales es la de culpabilidad.
Eres tú el que debes demostrar que estás libre de culpa. En el caso de las bodas con recibos, emails y lo que haga falta.
Mi consejo es que te olvides de esos miedos, guardes todos los papeles y disfrutes del día de tu boda. De Hacienda y de los Impuestos si quieres ya me encargo yo 😉
Álvaro Sáez
Abogado de Impuestos.