Como cámbiar de asesor fiscal te ayudará a dormir más tranquilo por las noches.
Ver lo que hace Hacienda quita el sueño a más de uno.
Lo comprobé hace unos días al publicar 7 motivos para no firmarle Acta de conformidad a Hacienda.
Antes de publicar el artículo hice mi propia quiniela pensando que uno de los mayores temores de los empresarios sería la propia Inspección de Hacienda. Sin embargo, estaba equivocado.
Con los primeros contactos y reuniones (vía Zoom y e-mails) me di cuenta de cuál es el temor que más duele y afecta a los empresarios: el miedo a cambiar de asesor fiscal.
Me llamó la atención comprobar que volvía a aparecer este tema de conversación, porque con los clientes que son objeto de una Inspección de Hacienda no era la primera vez que hablábamos de ello.
De hecho, el asesor fiscal es muchas veces el causante de que la Inspección de Hacienda ponga la lupa en una empresa, y no en otra. Pero el gran drama de muchos empresarios es que sabiendo que su asesor fiscal ha metido la pata — a veces hasta el fondo— no se atreven o no saben cómo cambiar de asesor fiscal.
Quizás tú también te hayas llegado a replantear cómo cambiar de asesor fiscal, mejorar la fiscalidad de tu empresa y ahorrarte algún impuesto extra.
Puede que también hayas sentido la presión de la Inspección de Hacienda de cerca y quieras evitar que vuelva a ocurrir. Si siempre haces lo mismo —o con el/la mismo/a— no esperes un resultado diferente.
Es un sentimiento normal y que muchos hemos vivido.
Sin embargo, la Agencia Tributaria no te puede quitar toda la energía del día. Nadie tiene tiempo para eso y, si lo tienes, deberías emplearlo en algo más productivo que repercuta de forma positiva en tu negocio.
Debes recordar que para Hacienda tu empresa es tan o igual de importante que el resto, ni más, ni menos. Que, aunque veas que otros no pagan impuestos, evitan a Hacienda y no les pasa nada ahora, esto no quiere decir que no les vaya a pasar algo con Hacienda en el futuro.
¿Qué vas a encontrar en este post?
Tener un asesor fiscal de toda la vida es bueno
Me doy cuenta de ello cada vez que Hacienda pide a mis clientes explicaciones del pasado. No hay nada peor que un cliente que te dice: «Buff, de aquellos años imposible, le pregunté al que es o era mi asesor fiscal y me dijo que ya no tiene nada mío de aquellos años».
Porque la Inspección de Hacienda siempre busca y rebusca en el pasado, a veces cosas de hace más de 10 años. Por ejemplo, si tienes bases imponibles negativas pendientes de compensación en tu Sociedad.
Una relación duradera con tu asesor fiscal os permite conoceros y estrechar lazos, pues en esto de los impuestos siempre hay novedades y está todo por hacer.
Siempre da tranquilidad ver una cara conocida. Pero, ¿realmente no es esto una relación a tres bandas?
- Debes cuidar tu relación con Hacienda para ahorrarte impuestos.
- Y llevarte bien con tu asesor fiscal no tiene demasiada utilidad cuando tu asesor fiscal no te lleva la contabilidad y declaraciones fiscales de forma completa.
Soy de los que cree que debes encontrar tu propio equilibrio.
Por eso me centro en invertir más recursos en saber cómo verificar que mi contabilidad e impuestos están completos que en caerle bien a mi asesor fiscal. Principalmente porque no tengo tiempo y segundo porque no lo veo tan necesario.
Por eso pienso que no hay que tener ningún miedo a averiguar si tu asesor fiscal está haciendo bien las cosas.
Tengo clientes, sobre todo desde la pandemia, que no se atreven a verificar si su asesor fiscal le está prestando un servicio fiscal completo y adaptado a los tiempos. Están bloqueados mientras el tiempo pasa y la Inspección de Hacienda no espera. Me da mucha pena que ocurra esto.
Porque realmente pienso que saber cómo cambiar de asesor fiscal te ayudará a ahorrarte impuestos. Te cambies de asesor fiscal o sigas con el mismo.
Cómo cambiar de asesor fiscal y acertar en el cambio
El cambio debe ser para mejor. No se trata de cambiar por cambiar.
Seguramente a estas alturas ya hayas oído hablar de la importancia de saber delegar y elegir un buen asesor fiscal para tu negocio.
Hace unos años cuando escuché hablar por primera vez de esta idea de delegar hice oídos sordos como si eso no tuviera nada que ver conmigo. Necesité pasar por varias situaciones profesionales bastante delicadas para darme cuenta de que no es cierto eso de que «si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo».
- Vivía agobiado queriendo llegar a todo.
- Tenía poca idea de dónde encontrar a las personas que podían ayudarme.
- Me molestaba cuando alguien me decía que algo estaba mal en mi empresa.
- Era incapaz de solucionar cada cosa que surgía.
- Sentía que no debía cuestionar el trabajo de otras personas para que no se sintieran mal.
- …
(La lista es interminable).
Hasta que llega un día en el que empiezas a delegar en otras personas, a encontrar ese asesor fiscal que necesitas a través de otra persona en la que ya confías. Porque te sientes idiota. Porque ves que no eres capaz de superar tus miedos y bloqueos. Porque quieres defenderte de Hacienda.
Y de repente algo en ti hace «clic» y te das cuenta de que tu asesor fiscal con el que has pasado tanto tiempo a lo largo de los años no tiene ningún interés en hacer las cosas como exige Hacienda, y tiene como prioridad su propia comodidad.
Lidiar con un cambio de asesor fiscal puede ser uno de esos bloqueos que, como hemos podido comprobar, paraliza a miles de empresarios.
¿Cómo cambiar de asesor fiscal? ¿Cómo sé que el nuevo asesor es mejor? ¿Cómo asegurarme de que mi antiguo asesor fiscal no me perjudica al decirle que me voy?
Una Guía para saber cómo cambiar de asesor fiscal
Te venderán la idea de que el principal motivo para cambiar de asesoría es que el asesor fiscal haya cometido un error y que haya llegado una multa de Hacienda. Pero hay otras causas como:
- La mala atención que te presta el asesor.
- Una subida de precio.
- No te informa sobre subvenciones.
- No te devuelve las llamadas.
- Siempre espera al último momento para contabilizar las facturas y decirte cuánto te sale a pagar.
- No cumple los plazos.
- No te facilita los datos de la empresa y tienes que pedirle las cosas varias veces.
- Sientes que eres un número más y que no le importa cómo te vaya.
- Se equivocaron al presentar la declaración o el impuesto y tuviste que pagar una sanción con intereses. A pesar de que fue un error suyo.
Pero la realidad es que al final tenderás a elegir a tu nuevo asesor con alguno de estos tres criterios:
- El precio es igual o más barato.
- Es el asesor fiscal o la asesora fiscal de mi cuñado, de mi hermana, de mi amigo. O estudió en el colegio con mi mujer o mi marido.
- Me queda cerca y está bien ubicada.
Es verdad, todos queremos subvenciones, que hablen con nosotros cuando a nosotros nos viene bien, que los demás estén implicados en nuestros negocios —aunque a nosotros los negocios de los demás nos den igual— y que nos cobren lo menos posible, y mejor si es gratis.
No digo que tu cuñado no tenga buen ojo para elegir asesor fiscal, ni que una oficina bien ubicada no sea un indicio de que el asesor fiscal tiene dinero para pagarla y eso podría significar que gana dinero con sus clientes.
Otra cosa es que sus clientes se ahorren impuestos, incluido tu cuñado.
Es verdad, es así, somos así, pero ninguno de los motivos por los que quieres cambiarte de asesoría te asegura que el nuevo asesor fiscal sea mejor que el que ya tienes. Siempre puede ser peor.
Y es siempre mejor prevenir y ahorrarse impuestos hoy, que esperar a tener un problema con Hacienda para hacer el cambio.
Ahora es tu turno, descárgate mi «Guía sobre cómo cambiar de asesor fiscal»
Descubre en mi «Guía sobre cómo cambiar de asesor fiscal» las #77 claves para saber si tu asesor fiscal actual es buen asesor fiscal, aunque no sea barato, ni amigo de tu padre, ni te avise de subvenciones, y aunque tampoco esté para cogerte el teléfono cuando a ti te viene bien.
Aprende cómo cambiar de asesor fiscal y acertar en el cambio.
Y recuerda: lo importante es saber cómo cambiar de asesor fiscal y no tanto el por qué quieres cambiar de asesor fiscal.
Si te dan o no toda la documentación de tu empresa, acordarte de revocar las autorizaciones en la AEAT y en la Seguridad Social, o elegir el mejor mes para cambiarse son cuestiones secundarias.
Si aciertas con el cómo cambiar de asesor fiscal, la nueva asesoría ya se encarga de estas cosillas, y de los trámites pendientes al cambiar de gestoría.
Pon el foco en elegir bien a la persona, en elegir bien a tu nuevo asesor fiscal o a tu nueva asesora fiscal, y que del papeleo se encargue el nuevo o la nueva.
Cómo cambiar de asesor fiscal más fácil que siempre.
Hay miles de asesores fiscales que pueden sentarle como un guante a tu negocio, y hasta puede ser que tu asesor fiscal actual sea uno de ellos.
Aunque tú no lo sepas hasta descargarte la «Guía sobre cómo cambiar de asesor fiscal».
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