Empecemos la entrada del blog con unos cuantos datos antes de hablar de economía innovadora.
El Índice de Innovación Global — se centra en el estado de la financiación de la innovación, al estudiar la evolución de los mecanismos existentes y señalar los progresos realizados y los desafíos que aún se plantean— este año ha clasificado a Suiza como la economía más innovadora del mundo.
Suiza ya ocupó el primer lugar el año pasado. De hecho, es el décimo año consecutivo que llega a la primera posición.
Suecia ocupa el segundo lugar y Estados Unidos el tercero.
El índice GII, que alcanza en 2020 su 13ª edición, se ha convertido en un valioso instrumento de análisis comparativo que facilita el diálogo entre los sectores público y privado y ayuda a legisladores, dirigentes empresariales y otras partes interesadas a evaluar anualmente los progresos en materia de innovación.
Este índice analiza una variedad de factores, que incluyen I + D, TIC y productos relacionados con el conocimiento y la tecnología.
El informe estudia la economía innovadora de 131 países del mundo y las clasifica según su desempeño en innovación en base a 7 áreas.
https://www.wipo.int/global_innovation_index/en/2020/
El Índice Global de Innovación considera la creatividad como un «ingrediente importante para las economías innovadoras». En este sentido, China lidera el ranking en activos intangibles, mientras que Luxemburgo en creatividad en línea.
¿Qué vas a encontrar en este post?
👉¿Qué hace tan bien Suiza?
Suiza para empezar tiene una muy buena puntuación en las siete áreas del índice y es particularmente fuerte en las más relevantes como el alto gasto en I + D además de tener un sector empresarial innovador y ofrecer facilidades para la inversión.
A mayores también ocupa un lugar destacado en la calidad de su innovación, solo superada por Estados Unidos. Esto, según afirman, es gracias a la «alta calidad de sus universidades y de sus publicaciones científicas», pero también a los esfuerzos realizados para «internacionalizar sus inventos».
Resumiendo, que a Suiza le va bien en el tema innovador y por extensión también en el económico por invertir en I+D y educación, tener un tejido empresarial que apuesta por la susodicha innovación y por apoyar o facilitar la vida a los inversores.
Fácil, ¿no?
✅¿Cómo se mide la innovación según este ranking?
El índice — elaborado de forma conjunta por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial (OMPI), la Universidad Cornell y la Escuela de Negocios INSEAD— se basa en dos subíndices: el subíndice de aportes de innovación y el subíndice de resultados de innovación. El primero analiza los elementos de las economías nacionales que se utilizan para posibilitar actividades innovadoras, como la investigación y el desarrollo y sus 5 categorías son:
Instituciones: analiza el entorno político, legal y de negocios
Capital humano e investigación: centrado en la educación obligatoria, universitaria y en el campo de la investigación y el desarrollo
Infraestructuras: de las comunicaciones (TIC), sostenibilidad ecológica e infraestructuras generales
Sofisticación del mercado: nivel de inversión, crédito, competitividad, etc.
Sofisticación de los negocios: conocimiento de los trabajadores, absorción del conocimiento y vínculos de la innovación.
Mientras que el segundo subíndice analiza los resultados de estas actividades:
Resultados en conocimiento y tecnología: creación, impacto y difusión
Resultados en creatividad: bienes intangibles, bienes y servicios creativos y creatividad online
A continuación, se toma un promedio de estos dos para obtener la puntuación general, y cada uno tiene la misma ponderación.
🤔¿Y qué hay de España?
Según este estudio España se sitúa dentro de los parámetros previsibles de crecimiento en el puesto 30 por debajo de países como Italia o Chipre.
Esto se debe principalmente a varias debilidades en áreas concretas entre las que destacan las dificultades a la hora de abrir un negocio, el coste actual del despido de los trabajadores, el bajo gasto en educación por parte del gobierno —siempre significativo cuando estamos hablando de innovación—, la poca facilidad en la obtención de créditos y por último y destacando de entre todos, la inversión.
Como ya sabréis a estas alturas la inversión es una de las puntas de lanza de mi método para no pagar Impuestos . Está demostrado que el que no invierte, no solo no gana, sino que además paga más impuestos que nadie.
Según el estudio de GII y por si no fuera suficiente todo lo anterior, el que no invierte tampoco innova.
La innovación es considerada actualmente como el ingrediente más importante de cualquier economía moderna y es causa de más de la mitad del crecimiento mundial. En resumen, es la innovación, más que el capital y el trabajo, lo que hace que el mundo avance.
Gracias a la utilización del conocimiento somos capaces de crear más valor o utilizar menos recursos, se puede concluir que un uso inteligente del conocimiento, es decir, la innovación, es capaz de conseguir que los países sean a la vez más ricos y más competitivos porque son capaces de producir más, mejor y más barato.
La economía innovadora es sin duda uno de los pilares del S.XXI y como tal está íntimamente relacionada con todas sus facetas ya sean la inversión y el desarrollo o el crecimiento. La innovación utilizada como estrategia está considerada como el camino más viable para obtener un crecimiento sostenible. A través de proyectos innovadores se incrementa la productividad de las empresas. Por tanto, es la mejor manera de mejorar la competitividad de un país.
Sin inversión no hay innovación y viceversa y sin cualquiera de las dos lo que no hay definitivamente es un sistema económico sostenible ni de crecimiento.
Álvaro Sáez.
Abogado fiscalista.